La liturgia a lo largo de estos últimos domingos nos pone en relieve cual es el verdadero Reino de Dios y que quiere realmente Dios de nosotros.
El reino de Dios es el mundo en el que estamos y que por tanto, es un reino donde trabajar y luchar por un mundo mas justo y humano, donde la palabra de Dios sea siempre la norma a seguir.
Podemos ser semilla que nunca de fruto, marcada siempre por el egoísmo y el odio, pero por el contrario, podemos ser semilla que germine y de frutos de amor y caridad entre los hombres.
San Julián es el ejemplo vivo de que un mundo mas humano y justo es posible, donde la caridad impere siempre en nuestros corazones haciéndonos hombres libres y convertidos a un evangelio de amor y paz.
San Julián, príncipe de la Iglesia, Marmolejo promete a tu lado vivir según el evangelio de Cristo. La caridad fue tu lema y el prójimo tu preocupación.
En los tiempos actuales en los que vivimos la caridad y el amor han quedado relegados a un segundo lugar por falta de misericordia y empatía social con los que mas sufren.
Tenerte a ti como Patrón y Protector ha de servirnos para fijarnos que no hay mas Dios que el que tenemos al lado; el que sufre, el rechazado, el enfermo...todos ellos son el mismo Cristo en la tierra.
Que como tú, sepamos ver y sentir las necesidades de los demás, siempre desde el amor y la caridad, porque SIN CARIDAD NADA SOMOS.
